Mi recorrido

M

la salud como una vía hacia la naturaleza

Mi recorrido ha sido también el de la búsqueda de un hogar, ese que se conoce y donde se es reconocido, porque la salud ha llegado a mi sobre todo como la necesidad de reconocerme.

A los 19 años mi alimentación ya se había convertido en un declarado laboratorio de búsqueda, sentí fuertemente el llamado entonces de abordar la posibilidad de construir mi propia salud, de tener incidencia directa sobre ella, y eludir de paso a los intermediarios del bienestar (que ahora llamó el negocio de la enfermedad).

Así llegue al Higienismo, o para entonces, este vino a mi por amistad, ya que  a través de un amigo de universidad supe por primera vez que algo así existía. La idea me era familiar, aunque nunca me la enseñaron en ninguna parte, ni en mi familia, ni el la escuela, ni es los centros hospitalarios o la universidad, no obstante, cuando llegó la reconocí de inmediato. Mi intuición se transformó en entusiasmo y mi entusiasmo me llevó a formarme.

El estudio de la higiene natural fue la puerta de entrada para un campo fascinante y nuevo para mi, aunque sorprendentemente, el Higienismo ya existía hace 200 años!

Han pasado desde entonces más de 15 años, de los cuales más de 10 he tenido la posibilidad de trabajar en ello, recibiendo personas en consulta y en espacios de formación. 

Ha sido facinante (realmente asombroso) y una gran oportunidad de aprender. Muchas personas han confiado en mi en este tiempo y les agradezco enormemente, ya que desde estas experiencias tan personales, en la que me he involucrado íntimamente, he podido darme cuenta de muchas cosas importantes, cosas que me han marcado y modificado mi trabajo y perspectivas acerca de la alimentación y la salud y también mi visión de las personas

Hoy veo a la higiene natural como un testimonio colectivo que ha generado su propio modelo teórico y de aplicación práctica, amparado en la lucidez de muchos y en prácticas tan antiguas como las de hipócrates en Grecia, que a pesar del tiempo siguen estando  vigentes, dada su sencillez y profundidad.

No obstante, consideró también estas apreciaciones, con sus indicaciones y referentes, tan solo como un mapa, y como un buen mapa, nos ayudan a ubicarnos pero no es la realidad,  pues para abordar la realidad no alcanza con recetas y las certidumbres clásicas a las que estábamos acostumbrados se quedan cortas

La realidad es para mi de tal dimensión y complejidad que no cabe dentro de ningún modelo. Mi experiencia me dice que hemos de aprender a navegar y a dialogar con ella, haciendo valer las herramientas que tenemos disponibles para esto, tanto las de nuestra batería natural como las que vamos construyendo

Este enfoque me ha llevado a ampliar la dimensión del Higienismo, para ir desde las pautas generales al desarrollo de una actitud completamente personal respecto de la alimentación, una alimentación intuitiva. 

Nicolas Cruz

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