Que la salud de una persona esté ligada estrechamente a la alimentación natural y a los hábitos de vida, es un concepto presente desde la antigüedad en diferentes tradiciones, sin embargo, este se fue desvaneciendo con el nacimiento de múltiples prácticas a través de la utilización de drogas, medicamentos y tratamientos mecánicos y artificiales, eliminando, de esta manera, casi por completo, la posibilidad de cada individuo de ser protagonista de su proceso de sanación, a la vez de responsabilizar de la condición de enfermo, en gran medida, a agentes externos como podría ser un microbio o algún factor en donde los hábitos quedarían simplemente en segundo o tercer plano.
No es sino hasta comienzos del siglo XlX que estos conocimientos serian retomados y comenzarían a ser investigados por una fracción del mundo académico y científico para dar a luz al Higienismo o Higiene vital.
Si miramos con amplitud, las raíces del higienismo pueden remontarse a la experiencia de comunidades de vegetarianos y naturistas de los Estados Unidos, inconformes con sus viejas prácticas, que, ya en épocas anteriores a los años 1800, se daban cuenta de lo perjudicial de los productos refinados y sus consecuencias nocivas en el organismo, así como, de la importancia de productos como las frutas y las verduras en la dieta humana, y nuevas maneras de administrarlos en el compromiso de la salud.
Estas prácticas serian posteriormente asimiladas por una incipiente corriente de doctores de la época, impulsados por el Dr. Isaac Jennings y sus exitosas investigaciones y prácticas de no medicación durante los últimos años de su carrera, logrando un gran alcance entre sus contemporáneos.
Poco después vendría el Dr. Silvester Graham y su contribución en la formulación de los principios de una dieta Higiénica o Higiene Natural. Y posteriormente el Dr. Russell Thaker Trall influiría con la sistematización de dicho método.
De esta manera se iniciaría un cambio de perspectiva que daría pie al desarrollo del Higienismo, con la aparición de numerosos autores tanto en Estados Unidos como Europa. Entre ellos cabe destacar al Dr. Herbert Shelton, quien puso particular atención a la combinación de los alimentos y contribuyo notablemente al desarrollo del sistema higiénico en la corrección de enfermedades específicas, por lo que se le considera una de las mayores autoridades del higienismo del siglo XX.
Así, el Higienismo como expresión del recorrido personal y terapéutico de sus precursores, ha ido desarrollándose desde sus primeras formulaciones en 1820, próximas al enfoque terapéutico, a una visión profunda acerca de la vida y los alcances de la salud, estableciéndose como sustento de lo que hoy podría definirse en términos más amplios como Ecología Personal, dando así un marco explicativo a esta ciencia de la salud y los valores de la vida.